Radiestesia es la sensibilidad de captar las radiaciones, es decir, captamos mediante el uso de ciertos instrumentos como el péndulo o las varillas, por ejemplo, la propagación de energía en forma de ondas electromagnéticas a través de un objeto, persona, lugar, etc. Gracias a esta técnica podemos “descubrir” el universo energético que nos rodea y que no podemos percibir mediante nuestros limitados órganos sensoriales.
La Radiestesia es una facultad que poseen todos los seres humanos que consiste en hacer surgir un estado consiente que sustituye a los cinco sentidos habituales. Se asemeja a un sexto sentido a través del cual obtenemos revelaciones relativas al pasado, presente y a veces incluso al futuro.
Se distinguen tres tipos de radiestesia, según esté presente o a distancia el objeto de estudio o si se realiza directamente sobre este o con la utilización de alguna forma de material impreso.
Radiestesia de campo
Es uno de los tipos de radiestesia que se realiza sobre el objeto de estudio, es decir en el lugar o terreno donde, por ejemplo, se quiere buscar agua. También es radiestesia de campo la que se emplea para hacer un diagnóstico del estado energético de un sujeto, acostado en una camilla, mediante la exploración con un péndulo de sus centros energéticos o chakras, por ejemplo.
Radiestesia de escritorio
Es la forma de llevar a cabo la investigación radiestésica utilizando listas de chequeo, gráficos o imágenes impresas, con al objeto de estudio presente. El diagnóstico o reconducción de energía se realiza sobre el material impreso al mismo tiempo que se hace contacto con la persona.
Tele-Radiestesia o Radiestesia a distancia
A diferencia de otros tipos de Radiestesia aquí se opera sobre planos, mapas o fotografías aéreas del lugar que se estudia. Asimismo, cuando la persona a la que se le está realizando la sesión de Radiestesia se encuentra fuera del contacto físico del radiestesista, para ello él hace uso de testigos.
En radiestesia un testigo se define como una muestra de lo explorado. Los testigos se dividen en naturales (muestras de cabellos, fluidos corporales, uñas, objetos impregnados con la energía del sujeto) y testigos artificiales o creados (fotografías, papel con datos de la persona).
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