viernes, 20 de octubre de 2017

EL FINAL DE UN DÍA COMÚN


El final de Un día común, Todos dormían pero el no, todos en sus habitaciones, la noche estaba muy oscura, comenzaba a llover, la lluvia hacia que la tierra del patio trasero estuviese blanda, perfecta para cavar. Habían pasado muchas cosas entre ellos. Entonces escuche gritos fuertes desde la habitación de mi madre pero las puertas de nuestro cuarto estaba cerrada por fuera, entonces me asuste y comencé a gritar para que nos dejaran salir. Me asome por la ventana pero era muy alto para saltar, era el 1er piso de la casa y yo solo tenía 7 años de edad.
De pronto se abrió la puerta y vi cuando papá bajaba las escaleras rápidamente. Salí corriendo al cuarto de mamá tomando de la mano a mi pequeña hermana Katy, al llegar al cuarto comencé a llorar y le tape los ojos a Katy, sabía que lo que vería la perturbaría tanto o más que a mí. Estaba allí mi madre bañada en sangre tirada en la cama enredada entre las sabanas con el cuello cortado solo lograba ver sangre, tanta, que vomite. Entonces escuche el llanto más profundo y fuerte de la bebe, vi venir lo peor.
La lluvia, los truenos y los gritos. Vivíamos tan remotos que nadie lograría escucharnos aunque dejaremos garganta en esos gritos. Seguían el llanto fuerte y los gritos corrí los más rápido posible, baje las escaleras, mi hermana me seguía, llegamos al patio trasero y estaba mi padre terminando de tapar un hueco pequeño, comencé a preocuparme porque no podía ver a la bebe, pero si oía su llanto, entonces comprendí que ya no lo escucharía más.
Mi padre que no razonaba había enterrado a mi última hermana que tan solo tenía meses de haber nacido. No se aun, no puedo entender como pudo hacer algo tan macabro. Trate desesperadamente desenterrarla pero no podía, mis manos pequeñas no sacaban suficiente tierra.
Abrace fuertemente a Katy y comencé a llorar, pero el terror continuaba. Cuando vi a mi padre sacar la escopeta desde atrás del asiento de la camioneta que estaba en el garaje. Caminaba lentamente hacia nosotros, miraba con sus ojos negros algo que no puedo borrar de mi mente. Los dos Katy y yo Paralizados como rocas, sin decir palabras en total silencio pero miles de lágrimas corrían desde nuestros ojos hasta nuestras mejillas. Él se acercaba cada vez más veía como miles de demonios a nuestro alrededor se reían a carcajadas. Mientras que la lluvia se detuvo ya no más truenos, solo uno, el trueno de la escopeta que mi padre en su momento más diabólico detono en su cabeza, pedazos de sesos salieron volando y cayó al piso, viendo todo eso me sentía aliviado porque no seriamos nosotros quienes moríamos.
Amaneció Y una patrulla llego nos encontraron en el porche a los dos abrazados empapados de sangre y barro ya no llorábamos. Pasaban los días y las personas comentaban que mamá había engañado a papá con otro y que la bebe no ere su hija por eso no podía soportar he hizo lo que hizo. Nunca encontraron el cuerpo de la bebe a pesar de que les dije donde la enterró. Las personas del pueblo dicen escuchar el llanto de una niña pequeña, en las noches lluviosas. Otros dicen que jamás hubo una bebe. Pero Yo sé que sí y aun puedo sentirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAMBIAMOS DE DIRECCIÓN

Después de muchos años juntos, este viene a ser el final de este blog. Un final que tan sólo viene a representar un cambio y un nu...