Llega un momento en la vida en el que nos damos cuenta de
que conocemos a personas nuevas que nos hacen sentir bien, nos divierten o a lo
mejor solo nos hacen pasar malos ratos e intentamos olvidarlas….
Pocas veces son paramos a pensar en lo que verdaderamente
valen los amigos, como siempre están “ahí”, no necesitamos nada más que su mera
presencia.
Los amigos, los de verdad, son la familia que se elige y hay
que cuidarlos y cuidarlos mucho.
A todos nos gusta que nos cuiden, que nos mimen y que nos
demuestren lo importante que somos en la vida de nuestros amigos. O si no, ¿A
quién no le gusta que le llamen solo para decir hola? O para saber cómo
estamos, o simplemente para escuchar nuestra voz. Recibir un mensaje en tu
móvil deseándote un buen día o que nos manden una de esas insoportables cadenas
que hay que reenviar sí o sí, pero que nos hace acordarnos de esos seres tan
queridos y necesarios como son nuestros amigos.
Un cumpleaños sin las llamadas de esas amistades íntimas, no
termina de ser un buen cumpleaños.
Los amigos, los que te hacen ser mejor persona, los que te
llaman para contarte sus grandes logros y también sus mayores penas.
Es tan gratificante sentirlos cerca cuando tenemos ganas de
llorar, de reír, o de gozar un poco más de nuestras vidas…..
La confianza y la ayuda no se le da a cualquiera, por ello
debes cuidarlos, porque ellos te han dado todo eso y más. Amigos, pocos,
poquísimos, pensándolo fríamente, sobran dedos de una mano, pero sin duda no
hace falta más, ¡porque ellos son los mejores!!
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