Breve historia de los familiares

La imagen de una bruja y su gato negro se ha convertido en un símbolo sinónimo de Halloween. Nada hay más alejado que eso. Antes de esto, el familiar se ha sido asociado en varias formas, generalmente un pequeño animal o un espíritu menor en algunos casos. A veces también se les dice que tienen la capacidad de cambiar de forma, pero se cree que ayudan a los brujos con sus quehaceres mágicos.
En la época romana se creía comúnmente que cada hogar estaba protegido por un familiar. Ese familiar tenía el importante deber de evitar que cada hogar sufriera daños, a pesar de la participación de los hogares en la magia o las creencias. La idea detrás del familiar ha cambiado muchas veces a lo largo de los siglos, desde una criatura protectora, a una que es malvada y maliciosa. Durante las inquisiciones se dijo que el diablo les daba un familiar a las brujas como regalo. Era esencialmente ese pequeño espíritu que tomaba la forma de un animal, y podían ser enviados para cumplir las órdenes de la bruja. Los gatos, específicamente los negros, parecen ser el recipiente favorito de estos, pero también se los ve a veces como perros, zorros, liebres, ratas, búhos, cuervos, y otras aves, serpientes, sapos y otras criaturas pequeñas como polillas y arañas. También hay casos en que se sabe que los seres humanos son los familiares de la bruja, aunque estas historias son menos comunes que los animales.

Más allá del mal que de los familiares se ha dicho, también se les conocía como útiles para las comunidades. Ayudarían a encontrar objetos o seres perdidos o diagnosticar enfermedades. Algunas brujas enceraban un espíritu familiar en botellas y las vendían como objetos útiles para ayudar en los juegos de azar, la salud, los negocios, el amor o cualquier otra cosa que el cliente desee. Algunos animales incluso serían utilizados como una guía psíquica de alguna manera, ya que se cree que los animales están en sintonía con las vibraciones o energías de los espíritus de las entidades, alertando al hogar sobre la presencia de energías no deseadas.

No todos los familiares están confinados a un cuerpo físico de algún animal y algunos son conocidos por ser espíritus familiares. Estos son capaces de moverse mucho más libremente que un animal familiar y, a veces se consideran más versátiles. A menudo se los veía conectados a un elemento físico, como una pieza de joyería, cristal o piedra, lo que facilitaba la conexión con lo familiar.