LAS MADRES QUE SON BRUJAS

Las madres que son brujas no obligan a sus niños a comer lo que no les gusta, buscan un sustituto con los mismos nutrientes y que SÍ les guste y disfruten comiéndolo. Porque ¿tú no comes lo que no te gusta, verdad? Entonces ¿por qué iban a hacerlo ellos?

Las madres que son brujas dejan a sus niños que vistan como quieran, que ellos elijan sus propias ropas, pues saben que eso les hará sentirse cómodos, seguros y facilitará el marcar su propia personalidad.

Las madres que son brujas nunca se ocultan ante ellos para realizar rituales o hechizos en la Naturaleza, al contrario, siempre que ellos quieran podrán participar juntos de la belleza de la magia natural.

Las madres que son brujas jamás hacen comentarios sobre su físico, ni el físico de sus hijos, ni sobre el físico de nadie, pues saben que eso hace daño y crea inseguridades. Las comparaciones son absurdas y dolorosas. Lo realmente importante está más abajo de la piel y más allá de lo palpable.

Las madres que son brujas no prohíben a sus hijos subirse a un árbol o mancharse las manos de tierra, o coger un insecto del suelo y ponerlo en lugar a salvo de las pisadas, pues saben que es la unión con su otra madre, la Madre Naturaleza.

Las madres que son brujas apoyan a sus hijos con los estudios pero no les fuerzan ni les presionan, pues saben que cada niño nace con su propio ritmo de aprendizaje, y no el que quiere imponer la sociedad. ¡Somos seres únicos!

Las madres que son brujas no obligan a sus hijos a dar besos a conocidos o desconocidos, pues es su intimidad y no les podemos obligar a violarla y sentirse vulnerables. Hay más formas de ser educado sin tener que dar un pedacito de su Ser con un beso.

Las madres que son brujas dejan a sus hijos experimentar con las plantas y gemas que tengan por casa, y les enseñan a usarlas cuando están enfermos o se sienten mal.

Las madres que son brujas no enseñan a sus hijos a reciclar la basura, les enseñan a no generar tanta. Porque hay cientos de "útiles" diarios que no son tan útiles y tan solo sirven para acabar en el cubo de la basura. Prescindir de ellos ayudará a mantener en condiciones óptimas el Planeta. Ya sabes, más vale prevenir que curar, ¿verdad?

Las madres que son brujas no les compran cientos de regalos que jamás usarán, les regalan experiencias y aventuras que jamás olvidarán.

Las madres que son brujas ante todo quieren que sus hijos sean un YO con letras mayúsculas, y no un TÚ de lo que los demás quieren que sean....