miércoles, 5 de julio de 2017

HECHIZOS ORIENTALES DE AMOR


Rituales con el Yin y el Yang
Una pareja podrá ser muy compatible, compartir los mismos pasatiempos y gustos, pero aún así habrá diferencias entra cada uno de sus miembros en la manera de pensar, actuar y reaccionar . En lugar de interpretar a estas diferencias como “contradicciones”, más bien se trata de la “complementariedad” necesaria en toda pareja. Para que una unión entre dos partes funcione armoniosamente es importante que puedan cumplir alternadamente roles complementarios, sin superponerse, de lo contrario habría fricciones continuas y desgastantes. Está mecánica no es más ni menos que la del yin y el yang, un concepto surgido de la filosofía oriental fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo. Esta teoría describe las dos fuerzas fundamentales, opuestas pero complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es una corriente pasiva, fría, oscura, suave, intuitiva, y el yang es una corriente activa, cálida, brillante, fuerte, racional. A su vez cada corriente tiene en sí misma a su opuesta pero en estado latente, como bien se grafica en el símbolo Yin Yang, donde en la parte negra vemos un punto blanco, mientras que la sección blanca contiene un punto negro.
Hechizos de amor
Los rituales que aquí le enseñamos utilizan el concepto oriental del yin y el yang para que usted pueda complementarse en el amor, la convivencia y la intimidad con su pareja. De esta manera, apuntamos a uniones armónicas y equilibradas.
Atraer al complementario
Objetivo: ritual para quienes buscan pareja, ayuda al encuentro de aquella persona con la cual se pueda conformar una unión armónica y duradera.
Ritual: dibuje un símbolo yin-yang perfecto en un cartón de unos 10 cm x 10 cm y recorte por el medio siguiendo la curva del centro. Coloque ambas mitades sobre el altar y entre ambas un imán. Rodee con un círculo dibujado con azúcar. Encienda fuera del círculo dos velas, una negra del lado yang (blanco) y otra blanca del lado yin (negro). Coloque una mano sobre cada figura, sin cruzarlas, a una distancia de 10 cm. Concéntrese en la luz de las velas y recite: “Fuerzas que hasta ahora van paralelas, el universo las cruce en unión verdadera, sea la atracción irresistible y eterna”. Quédese alli un rato meditando. Luego cuélguese la parte blanca en su muñeca, tobillo o cuello, si usted es hombre, o la parte negra si es mujer. Su complementario debe quedar guardado en una cajita con el azúcar y el imán hasta que aparezca la persona indicada…y entonces usted pueda llevar ambas partes.
– Equilibrar la relación
Objetivo: ritual para reparar desajustes en la pareja debido a superposición de roles o desincronización en las vibraciones energéticas.
Ritual: dibuje un yin-yang sobre cartón de 30 cm x 30 cm aproximadamente. Coloque sobre la parte oscura una foto suya si usted es mujer, y sobre la parte blanca la imagen de su pareja, o viceversa si usted es hombre. Del lado yang (negro) encienda una vela blanca, del lado yin (blanco) una vela negra. Rodee todo con un círculo de sal. Imponga sus manos sobre el símbolo y mientras las cruza en el aire entre sí repetidamente y con lentitud, sintiendo como se moviliza la energía, invoque: “Soy soy yo, tú eres tú, cada uno es como debe ser, juntos, sin competir, fluimos en una melodía sin fin”. Seguidamente, invierta de lugar varias veces las velas y luego las fotos, mientras recita: “todo es movimiento, yin y yang cambian de lugar sin el equilibrio afectar, tú eres yo cuando yo soy tú, yo soy tú cuando tú eres yo”. Amén. Luego haga girar el círculo primero de izquierda a derecha y a continuación de derecha a izquierda conjurando: “Así como circula la energía, el amor y la pasión se renuevan día a día”.
Repita este ritual las veces que que lo necesita a lo largo de los días, con el convencimiento que las interferencias en la pareja irán solucionandose naturalmente.
Recuperar la armonía
Objetivo: ritual para reparar desequilibrios dentro de la pareja ocasionados por bloqueos energéticos acumulados, rigideces y desarmonías arrastradas a través del tiempo y que no recibieron ajustes con anterioridad.
Ritual: sobre un paño rojo coloque las dos mitades separadas de un yin-yang (recortadas en cartón). Sobre la parte negra apoye un sol y sobre la parte blanca una silueta de la luna. Puede dibujar estas siluetas previamente en cartón o bien usar dijes o figuras de yeso, madera o metal que se venden en los negocios de feng shui y santerías. Previo a todo esto escriba los nombres de los integrantes de la pareja del siguiente modo: Si usted es mujer, escriba su nombre al dorso del sector yin y al dorso del sol, en tanto que el nombre de su compañero debe ir escrito al dorso del sector yang y de la silueta de luna. Si usted es hombre, la distribución debe ser exactamente a la inversa que la anterior.
Encienda dos velas rojas, una a cada lado, e incienso de benjui. Imponga sus manos sobre las figuras y concéntrese en ellas y en la luz de las llamas. Invoque: “Active mi yin en tu yang, y tu yang en mi yin, seamos uno en equilibrio cada uno por separado y seamos dos en armonía juntos por la vida”. Mueva sus manos formando un corazón, siempre con las palmas hacia abajo, haciéndolas circular paralelas a las figuras. Hágalo despacio, sintiendo como se moviliza la energía. Repita el conjuro tres veces. Quédese allí meditando sobre cómo puede mejorar su vida interior individual y cómo puede propiciar momentos de alegría en la pareja.
LOS PRINCIPIOS DEL YIN Y EL YANG
Reflexione sobre ellos, piense cómo puede aplicar estos conceptos en la pareja para mejorar el vínculo:
1. El yin y el yang son opuestos.
Todo tiene su opuesto, aunque éste no es absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang. Por ejemplo, el invierno se opone al verano, aunque un día de verano puede hacer frío y viceversa.
2. El yin y el yang son interdependientes.
No pueden existir el uno sin el otro. Por ejemplo, el día no puede existir sin la noche.
3. El yin y el yang se consumen y generan mutuamente.
El yin y el yang forman un equilibrio dinámico: cuando uno aumenta, el otro disminuye. El desequilibrio no es sino algo circunstancial, ya que cuando uno crece en exceso fuerza al otro a concentrarse, lo que a la larga provoca una nueva transformación. Por ejemplo, el exceso de vapor en las nubes (yin) provoca la lluvia (yang).

4. En el yin hay yang y en el yang hay yin.

Siempre hay un resto de cada uno de ellos en el otro, lo que conlleva que el absoluto se transforme en su contrario. Por ejemplo, una semilla enterrada soporta el invierno y renace en primavera.

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